12/9/12

El rugby es ...


Un grupo en el que todos pueden estar y nadie se siente aislado; gordos, flacos, altos, petisos, rápidos, lentos... todos pueden jugar al rugby, no excluimos a nadie... Para que esto suceda es necesario que haya una gran unión y lógicamente debe existir la amistad, dentro de un equipo de rugby somos todos amigos que compartimos los fríos de los entrenamientos, la felicidad de ganar, la amargura de perder y las jodas de los fines de semana después de jugar!!! jajaja Nadie es superior al otro, por eso es fundamental sentir el lazo de unión, que da la amistad y nos lleva a luchar unidos en el partido y en todo momento de la vida.. Equipos donde existe la amistad sincera, son realmente muy fuertes, por que esos 15, 20, 30 tipos son una sola cosa: Son amigos, están unidos, pelean por lo mismo. Otra cualidad fundamental es la lealtad, de alguien desleal se puede esperar cualquier cosa, dentro y fuera de la cancha; por eso tenemos que empezar por ser leal con nosotros mismos, saber que nos hemos incorporado a un grupo de personas que quieren ser nuestros amigos y debemos respetarlos. Hay que trabajar para cumplir lealmente con ese compromiso y no solo serás un buen jugador de Rugby, si no lo que todos deseamos, una BUENA PERSONA.

Motivación: es aquello que tiene capacidad para movernos. Nunca mejor empleado el término que en el rugby. La Motivación es un valor relacionado con la actitud, con las ganas, con la razón, y pasa tanto por la cabeza como por el corazón. Un jugador de rugby puede poseer todas las virtudes físicas, pero si no posee motivación no tiene valor. En la vida sucede algo parecido. Comprender la importancia de la motivación, es por otro lado, conocerse a si mismo, controlar sus reacciones y saber optimizar el talento de cada jugador.

Humildad: es la toma de conciencia de nuestras limitaciones y la actuación en consecuencia. El rugby es un deporte especialmente abierto, donde todos tienen un lugar: el gordo, el flaco, el más veloz, el más lento, el más inteligente, el alto y hasta el más bajo presentan virtudes para diferentes posiciones y funciones dentro de la cancha. Y esto hace que se tome conciencia de una limitación fundamental: el resultado depende del esfuerzo de todos. Cuando los jugadores creen que esto no es así o se olvidan del concepto, pierden (así en el juego como en su formación). De allí la relevancia para el jugador de rugby de ser siempre humildes. La "H" que conforman los palos de rugby siempre nos lo recuerda.

Amistad: se origina y fortalece en el trato. Cuanto más intensa sea la experiencia vivida mayor será el afecto creado. Dicen que las amistades más fuertes nacen de exigencias de alta perfomance, del sacrificio conjunto, donde uno depende del otro, y donde la celebración y los lindos momentos vividos en consecuencia son proporcionales al esfuerzo y a las horas compartidas. El rugby es origen de grandes amistades, entre jugadores del mismo equipo y con el paso del tiempo, entre jugadores de diferentes camisetas. El rugby nos une, facilita y nos abre constantemente el camino a una comprensión que permite consolidar innumerables relaciones y sellar fuertes lazos de amistad.

Perseverancia: es no bajar los brazos, es no renunciar, es mantenerse constante, es creer en uno mismo, es simplemente tener fé. El rugby necesita de ello. Muchas veces el jugador más importante dentro de la cancha es aquel que se levanta rápido sin importar que haya caído o aquel que continúa empujando cuando todos comienzan a flaquear. El entrenamiento, el perfeccionamiento de una destreza individual, el tackle, el scrum, o cualquier formación del juego de rugby son excelentes ejemplos de perseverancia y de la necesidad de continuar hasta el final. Y es en estos ejemplos cuando el jugador comienza a comprender que perseverar tiene sus beneficios, así en el juego como en la vida.

Compromiso: es sinónimo de respeto. Es importante que los jugadores comprendan, que nada se puede hacer en la vida (ni aun divertirse) sin una cuota de respeto por los demás, por los horarios, por la palabra dada a un grupo de amigos. En definitiva se trata de valorar y honrar el cumplimiento de promesas. Cuando las mismas, aunque tácitamente, se pactan en un trabajo de equipo como es el rugby el compromiso de cada uno se convierte en el cemento que une los ladrillos de una construcción: sin él todo se desmorona, este es el compromiso que enseña el rugby tanto en el club como para la vida misma.

Amor al juego y al Club que representan: El rugby es un deporte que enamora. Pero mucho más que un tackle o una corrida en profundidad, lo que realmente apasiona es el espíritu. Y es allí donde los jugadores de UNI irán comprendiendo que es el espíritu de este deporte el que nos deslumbra. Pasarán los años y dejar de jugar es asimilable a una novia que nunca se puede dejar, porque siempre se quiere volver. Y estar en el club es una forma de volver. Al rugby se juega dentro como fuera de la cancha. Respetar la lealtad que impone su práctica y difundir los valores que el rugby conlleva es una tarea formativa que debe devolverse al club.
El rugby es un deporte hermoso, te forma en todo sentido, como jugador, como persona, el carácter, el temple, te enseña a ser cada dia mejor persona.