En un encuentro para el olvido, con un clima para el olvido, los British & Irish Lions mantuvieron el invicto en su gira por Sudáfrica al derrotar a Western Province por 26-23 en Newlands.
Lluvia, mucho frío y un viento ingobernable. Ese fue el marco del último partido que jugaron los muchachos de Ian McGeechan antes de su choque contra los Springboks.
El primer cuarto de hora se consumió por la enoooorme cantidad de kicks que ambos usaron con la idea de aprovechar los errores de manejo generados por el agua. Las fallas pusieron las cosas 9-6, cortesía de la puntería del galés Stephen Jones de un lado y de un penal y un drop de Willem De Waal y otro envío de sobre pique de Joe Pietersen.
Le tomó media hora de juego a los Lions armar una ofensiva decente de varias fases. Andy Powel, Harry Ellis, Martyn Williams, Stephen Jones y Keith Earls se combinaron para poner a Tommy Bowe dentro del ingoal. Más tarde fue el inglés Ugo Monye el que marcó para sacar una diferencia de 18-12 antes del descanso.
En el complemento los visitantes decidieron hacer mejor uso de la pelota. En vez de patear tanto -algo que siguió haciendo WP- decidió poner a trabajar a los gordos. Tras una jugada de siete cuidadas fases, Williams se desprendió de un ruck y cruzó la línea para la tercera conquista.
La réplica local llegó en los pies de De Waal y en las manos de Pietersen. Los penales y el try pusieron el tanteador 23 a mano.
Western Province siguió pateando, a la espera de un error que nunca llegó. En cambio, los Lions atacaron y atacaron hasta que forzaron la infracción. El derrumbe de un scrum fue la excusa que necesitó James Hook para embocar un largo patadón de 40 metros y sentenciar el encuentro.
No fue una linda victoria para los británicos, pero el partido se presentó de esa manera y lo resolvieron bien. Fue la previa esperada ante el gran desafío que será enfrentar a los Springboks en el primer encuentro de la serie.
