Encuentren en el Club un clima en donde la afectividad se constituya en un valor prioritario. Asistan a los encuentros con entusiasmo y el deseo de aprender, jugar y divertirse.
Integren junto a sus compañeros de edad grupos solidarios y unidos en la amistad, que se esfuercen por mejorar y progresar con dedicación y trabajo. Logren asimilar consejos y buenos ejemplos, para tener en el futuro conductas que les permitan desarrollarse en la vida, naturalmente, feliz y sin vicios. Compitan cuando llegue el momento, con espíritu de lealtad, con voluntad de jugar para ganar, acepten las reglas establecidas y respeten a los encargados de aplicarlas.
Compartan con alegría y sinceridad los momentos de triunfos o derrotas, entendiéndolos que estas circunstancias enriquece el espíritu. Entiendan el valor del respeto por el otro, como expresión de la mejor conducta social. Tengan permanentes oportunidades para expresarse creativamente y con la imaginación que todo proceso educativo requiere.
Así debe ser el deporte, así debe ser el rugby.-
