1/12/16

Coaching : Las seis claves del entrenador

 El entrenador como líder 
El entrenador debe ser un líder del grupo.
Líder es aquel que tiene la capacidad o el talento de ejercer influencia sobre los demás.
Liderazgo es el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común
Liderazgo es el arte de combinar seducción y organización; es el arte de gestionar voluntades y capacidades, es decir el arte de aunar el “querer” y “el saber”.
La forma o manera en que el entrenador ejerza el liderazgo determinará la calidad de las relaciones entre los distintos componentes que integran un grupo.
A su vez ese liderazgo puede ser (o resultar) positivo o negativo según transmita valores o disvalores.
El liderazgo se puede ejercer desde distintos lugares. Aquellos que lo ejercen desde el talento seducen primero por su capacidad y a partir de allí nace la posibilidad de persuadir al resto.
Hay otros, en cambio, que ejercen su liderazgo a través de su coraje o temperamento.
Las aptitudes para ejercer un liderazgo pueden ser innatas pero también podrán ser aprendidas y desarrolladas. Es decir, que la condición de líder puede tener su origen en ambas fuentes indistintamente.
Entre las aptitudes de un verdadero líder podemos mencionar:
1. Saber escuchar
Escuchar es una de las capacidades más importantes que un líder puede decidir desarrollar.
Si el líder escucha y presta atención estará en condiciones de saber los requerimientos de sus jugadores.
Por el contrario, el líder que rehúsa al diálogo y a la confrontación está desconociendo las demandas de sus dirigidos.
2. Estar al servicio del prójimo
El líder es alguien que identifica y satisface las legítimas necesidades de sus dirigidos. Por ello, el punto de partida es estar al servicio de ellos.
El líder debe empujar y animar a los jugadores a dar lo mejor de sí mismos; es decir, a ser los mejores jugadores que puedan ser (no a ser el mejor jugador del mundo, porque de hecho muchos no lo podrán ser jamás).
El liderazgo de largo alcance tiene que construirse sobre la autoridad, y la autoridad se funda en el servicio y el sacrificio.
3. Ejemplo de conducta
El líder debe dar ejemplo de comportamiento. Si muestra falta de dominio de sí mismo (ejemplo: grita, se pelea o no se controla) no puede esperar tener un equipo controlado.
Todo lo que hace un líder constituye un mensaje. Por ello, la enorme responsabilidad que tienen los entrenadores mas allá del campo de juego.
El entrenador es “observado” con suma atención, por lo que su conducta en ningún momento puede resultar indiferente, ni pasar inadvertida.-
4. Respeto
Es importante dirigirse a los jugadores con respeto y tratarlos como si fueran gente importante (porque de hecho lo son).
Ello implica involucrarse para dar lo mejor de uno; escucharlos y atender sus necesidades
Tratar a sus jugadores con desdén, o incluso con cierta dosis de soberbia y altanería no se corresponde ni compadece con el trato que un líder debe dispensar.
5. Humildad
La humildad es el conocimiento verdadero de sí mismo y sus limitaciones.
Quien es humilde es franco en el trato con sus dirigidos y no los engaña.
Quien es humilde acepta y reconoce sus limitaciones; no las esconde y se muestra tal cual es.
6. Generosidad
El líder debe ser generoso porque apunta en primera medida a satisfacer las necesidades de los demás.
Debe practicar un comportamiento positivo hacia el prójimo. Ello consiste esencialmente en ser abierto, honrado y directo.
No debe tener un comportamiento pasivo (como si lo jugadores no fueran importantes) o agresivo (como si los jugadores fueran enemigos).

24/11/16

El rugby como brújula, no como culpable

 A esta altura, está claro que a alguna gente le produce hasta cierta simpatía, morbo y curiosidad todo acontecimiento negativo que pueda suceder en torno a una pelota ovalada.
Posiblemente, culpar al rugby de todos los males implica una revancha para un gran número de personas desprovista de valores. Y detrás de ese escenario, siempre está presente el afán de generar un efecto impacto que sea redituable, una noticia que produzca ruido y logre movilizar.
Lo cierto es que una noticia “sobre rugbiers” produce un efecto inmediato y multiplicador para la audiencia. Como si una parte de la sociedad estuviera agazapada para ver como un deporte que se jacta de ser formativo exhibe comportamientos turbios, inmorales o alejados de los parámetros adecuados.
El auge de las redes sociales y la posibilidad de multiplicar mensajes y noticias de manera meteórica muchas veces trata de generar una sensación de que el rugby convive con cosas nocivas.
Todo aquello que vulnere el espíritu del juego o atente contra la integridad física (dentro y fuera de la cancha) pareciera les  genera un atractivo especial. Importa más un hecho de violencia aislada que miles de partidos que se desarrollan dentro de los cánones de autocontrol, respeto y buena fe que impera en el 99% de los casos.
Pero no solo se trata de violencia, sino también de cualquier “hecho negativo” que genere impacto en la sociedad. Y, en esa vorágine de culpar al juego de todo lo malo, se ha llegado a límites rayanos a lo ridículo.
Si un club de rugby alquila su predio a un tercero y allí se comete una violación “la culpa” la tiene el rugby. Si se produce un hecho que pueda ser emparentado de alguna forma con abuso de menores en una fiesta llevada a cabo en un club de rugby “la culpa” la tiene nuestro deporte, más allá de que hubiera jóvenes de cualquier otro deporte.
Lo cierto es que en la Argentina el rugby es practicado por 120.000 jugadores. Dentro de esa masa inmensa de personas sería una utopía creer que todos son inmaculados y consecuentes con los valores que representa nuestro deporte. Y también sería ridículo que el rugby debería hacerse cargo de sus comportamientos privados.
El rugby se juega desde hace casi dos siglos (1823) y está ampliamente comprobado que los valores que transmite el juego no son palabras vacías o un discurso hueco, sino algo absolutamente palpable.
Es una realidad que el rugby hace mejores personas. No obstante, sería un exceso que nuestro deporte deba hacerse cargo de todo aquello que realizan quienes lo juegan o practican.
¿Qué pasaría si el futbol fuera noticia y debiera hacerse cargo de la conducta privada de todos aquellos que practican ese deporte?… Habría miles de hechos deshonestos e inescrupulosos cada día. Sin embargo, ello no aparece en ningún portal, no lo vemos en ningún canal. No tiene el más mínimo eco, porque lisa y llanamente es una noticia que no interesa…
No estoy sosteniendo que el rugby y todo lo que lo rodea sea inmaculado. En absoluto. Solo afirmo que el juego goza de buena salud y de una serie de bondades que lo hacen estar muy por encima de la media de nuestra sociedad en término de valores.
En una comunidad que ha denostado la figura de la autoridad, el rugby mantiene saludables niveles de tolerancia y respeto hacia quienes la ejercen.
En una sociedad que desprecia el trabajo duro, el rugby te enseña a esforzarte y a forjar el carácter en la adversidad.
En un mundo que predica la salvación individual, el rugby te invita a trabajar en equipo y a dejar a un lado egoísmos personales…
El rugby es hoy un oasis dentro de la sociedad, pero sigue perteneciendo a ella. En el mar de desvalores y desapego a la autoridad  a las normas en la que se ha convertido nuestra comunidad resulta imposible que algunas gotas no nos salpiquen.
Existe infinidad de hechos positivos que se suceden a diario en el mundo del rugby. Comunicarlos generaría un proceso multiplicador, un efecto contagio extraordinario y además un círculo virtuoso que redundaría en un ejemplo y una mejor sociedad para todos.
Aspiro a que el rugby se erija como una suerte de brújula y modelo para nuestra sociedad, y que no sea más estigmatizada como culpable de todo lo malo que pueda girar a su alrededor…

9/11/16

Los valores del Rugby: Siempre hacia adelante


Para algunos es un deporte violento y donde no se usa el cerebro para nada. “No hay técnica, solo debes golpear al adversario” es lo que dicen algunos. La realidad es muy distinta. Pero además de que en el rugby, la técnica y el razonamiento rápido bajo presión son fundamentales, existe algo especial que lo diferencia de muchos deportes: los valores que enseña.
Mientras en algunos deportes se celebran los piscinazos y el fingir estar lesionado para sacar ventaja de una situación, en el rugby se finge no estar herido para continuar en la cancha. Jugar es un privilegio, vestir los colores de tu club representa un honor, y ponerse la piel de tu país es una de las cosas más hermosas que le pueden pasar a un jugador de rugby. Este deporte no enseña a ser violento, enseña a respetar al rival y a tus hermanos (de otra madre, pero de igual sentimiento) porque sin ellos no habría juego.
El rugby, enseña que el esfuerzo es el único camino para lograr los objetivos. Y es que “la actitud, mata al talento”, porque si se tiene la actitud para seguir adelante a pesar de haber fracasado, seguro conseguiremos lo que nos proponemos. El rugby además, enseña que después de 8 tackles debes levantarte y seguir jugando hasta que suene el pitazo final, y lo haces porque se tiene una actitud especial para encarar las cosas. La misma actitud que ayudará a enfrentar diversos problemas en la vida y que seguramente serán vencidos porque, como se enseña, siempre hacia adelante.  La esencia del rugby radica en que todo se consigue con esfuerzo y ese es el mejor camino.
Este deporte, es un crisol de valores. No solo enseña respeto y esfuerzo, sino también capacidad de recibir críticas y ser auto-crítico. Aquí, no se “putea”, aquí se ayuda. No es un juego de uno, o de una super estrella, es de todo el equipo.
Por si fuera poco, se forja disciplina. La cual se practica cada martes y jueves en los entrenamientos, los fines de semana en la cancha y cada mañana en el gimnasio aunque el sueño a veces quiera vencernos. Disciplina que nos hace decir, “hoy no puedo, mañana tengo partido”. Disciplina que algunos seguramente dirán son “tonterías”, pero que en el fondo sabes que eso significa estar lo más posiblemente entero* para jugar por tu club.
La palabra Humildad, con H mayúscula como los palos, la tenemos grabada en nuestras mentes. Ante la victoria Humildad, cuando se anota un try Humildad. Ambas cosas no se consiguen por fortuna, están labradas en base a esfuerzo y dedicación, a sacrificios. Humildad, porque es sobre ese camino que se hacen los campeones.
 Estos son solo algunos valores que el rugby enseña y que cada día nos acompañan en nuestra vida. Esfuerzo para dar lo mejor cada día en la escuela o el trabajo. Para no rendirnos ante la adversidad que enfrentamos, para saber que solo con mucho mucho y mucho esfuerzo las cosas se logran. Respeto, con todas las personas. Respeto que también es tolerancia y que se ve reflejado cuando no corremos a reclamar al arbitro por que nos pareció mal su decisión. Respeto para acatar las reglas y jugar (vivir) en armonía. Humildad para saber que todos tenemos la misma pasión y que nos esforzamos para ser mejores. Humildad para hacerle el pasillo al equipo perdedor o ganador, y aplaudir muy fuerte dando las gracias. Humildad que nos hace mejores hombres de rugby y personas.

1/11/16

La ensenanza del Rugby



La fortaleza de un equipo reside –a diferencia de lo que pasa en el fútbol– mucho más en el esfuerzo que en el talento.
Cualquiera que decide con convicción –y duro entrenamiento previo– que es capaz de tacklear, o al menos detener, a un rival que intente pasar con la pelota, tiene una buena oportunidad de hacerlo, por menos dotes naturales que tenga.
Del mismo modo, si hay algo que sirve en el rugby es que todos los jugadores sean muy distintos entre sí, y que cada uno pueda sacar mejor partido a su condición, lo que lo hace muy democrático, pero a la vez muy exigente.
En la cancha los necesitamos a todos: los altos, los bajos, los flacos, los gordos, los rápidos y los no tanto, los con buena patada o los con habilidades en las manos. La desigualdad (llena de esfuerzo individual y colectivo) es bienvenida.
No es la disciplina del idealismo, ni de la victimización. Es un deporte muy pragmático, donde el árbitro no se pierde en lo comunicacional, ni menos en los que reclaman. Si una jugada es dudosa, no tiene problemas de hacerse valer de la tecnología con el objeto de otorgar una mejor decisión. Los simuladores no tienen cabida: sólo terminan perjudicando a su propio equipo. Los incentivos están más bien puestos en resistir con reciedumbre y autodominio los embates del juego.

No es una competencia del exitismo ni de la comodidad. Difícilmente hay triunfos fáciles. 
Nadie puede “hacerse una pasada” en el rugby. 
 
La planificación, el trabajo a largo plazo son condición necesaria para lograr una victoria. Todo el esfuerzo –y sobre todo colectivo– en pos de un objetivo común puede derrumbarse en los últimos minutos, porque el equipo es tan fuerte como el más flojo de sus jugadores.

Y, definitivamente, no es un deporte para indignados. En una sociedad donde hemos manoseado y vaciado el contenido de la palabra “lucha” y la hemos llenado de reclamo, indignación, amargura, odio y resentimiento, nos cuesta entender que la verdadera pelea no es con el árbitro, ni siquiera con el rival, sino con uno mismo.

Aquí no hay excusas ni reclamos del tipo “por qué me pasa esto a mí”. Si alguien de dos metros de altura, 120 kg de peso y de gran habilidad física tiene la humildad para pedirle perdón al referí por la falta cometida, y acatar sin más su decisión –incluso cuando dicha decisión es inmerecida o derechamente injusta- tenemos una gran lección de resiliencia que aprender.

Por eso, la única manera de jugar el juego es respetando las reglas. Nadie intenta ganar un partido reclamando desaforada o masivamente ni menos intentando cambiarlas sobre la marcha, sin que ello impida que de tiempo en tiempo –y no mientras se juega un partido– éstas puedan revisarse para ver cuáles funcionan y cuáles no. Posteriormente, con calma y luego de mucha reflexión, ciertas reglas puedan evolucionar, ser modificadas o perfeccionadas gradualmente, sin desmerecer ni desconocer el valor de la tradición abierta a la evolución.

Decía un monje irlandés a los niños que debían jugar rugby para conocer el esfuerzo y el sufrimiento del trabajo en equipo; respetar la autoridad, crecer bajo la aceptación, valorar el silencio, y sobre todo, lo que cuesta ganar un metro en la vida y lo fácil que es perderlo por no saber callar.

Pero quizás la lección más relevante se entrega al final del partido, cuando el equipo ganador hace un pasillo y agradece el esfuerzo del perdedor, enarbolando quizás todo eso que hemos perdido como sociedad: educación, esfuerzo, respeto, silencio, trabajo, dedicación, responsabilidad y, sobre todo, humildad.

¿Quiere dejarles algo a sus hijos? Aun si usted no juega o no sabe las reglas, hágase un favor y cómpreles una ovalada; vale lo mismo que una redonda.

Eso sí, no espere una gratificación instantánea: se lo agradecerán en muchísimos años más, cuando nos acompañen en los minutos finales del partido más importante. Usted los esperará luego para celebrar juntos el tercer tiempo...



28/10/16

Te extraño....



La culpa de todo la tuvo la pelota. La pelota de rugby...

Una vez que la has tocado, te quedas atado a ella. Una pelota de rugby entre las manos constituye un viaje sensorial, no importa dónde ni en qué situación de la vida la toques.

Una pelota de rugby está hecha de una materia falsamente artificial. Puede que sólo sea goma inflada, pero su antropomórfica composición tiene algo que te eriza la piel. Para empezar, nadie sabe qué hacer con una pelota ovalada. Salvo nosotros, que hemos aprendido a hacer que rebote sobre su lado justo para que nos vuelva a las manos.

El cerebro sabe aún más que nosotros mismos. Hay sonidos (el repiqueteo de los tapones en las baldosas del vestuario cuando sales a la cancha), hay olores (el pasto que te pega en la cara en el fondo de un ruck, las cremas que calientan los músculos en el vestuario y que persisten cuando sacas la ropa de jugar del lavarropas), hay sabores (el de la cerveza y otros que no se nombran) y hay texturas que el cerebro de un jugador de rugby reconoce de inmediato.

Todas remiten a una sola: las sensaciones que uno tiene en la cancha cuando toca una guinda. La urgencia de avanzar con ella hasta donde te dé el aliento, la obligación de usarla bien, el rearme muscular frente a los golpes que vienen, la claridad para buscar espacios, evitar hombres, reconocer compañeros y no perderla. La nostalgia del rugby es traicionera, así que conviene no tener pelotas de rugby en casa.

Porque puede suceder que uno esté al pedo en el sofá, toque la pelota como para entretener algo en las manos y... ese simple roce supone un peligro mayor… enseguida dan ganas de metérselo entre el brazo y el vientre y cargar contra las 32 pulgadas del LCD.

Ellas no lo entienden y te mirarán mal, haciéndote sentir raro o fuera de contexto, porque ellas no saben lo que se siente cuando uno gana la línea de ventaja en un partido.

Ganar la línea de ventaja con un balón de rugby en las manos es como saltar por encima de las trincheras enemigas con un bebé envuelto en los brazos. Todos te quieren matar o bien están dispuestos a deshacerte los tobillos a mordiscos o a descerrajarte un tiro en la cabeza.

Vos estás resuelto a morir si hiciera falta, porque una pelota en las manos te abandona en un territorio de pasiones trascendentales que te hacen sentirte un héroe... Pero antes tenes que entregar al bebé perfumado, sano y salvo. Ellas no lo entienden. No entienden que con la pelota en las manos uno no puede quedarse quieto. Hay que avanzar por huevos. Y si hace falta comprar una televisión nueva… se compra y a la mierda. (autor anonimo)

Las estrategias del Samurai



En este brevísimo resumen, se enumeran las pautas, códigos y “mandamientos internos” que hacían a la vida y la ética guerrera de los samurais. En este caso, se trata del código de conducta de Musashi Miyamoto, el samurai más famoso, y lo que sigue está tomado de su libro “Book of five rings”.
Olvidémonos de eso por un instante, pensemos en nuestro juego e imaginemos que estamos planeando un partido contra un duro rival… no resultaría útil tener en cuenta todo esto…???
Echemos un vistazo…
1. Establecer objetivos. Mientras más difícil sea, más esfuerzo se necesitará.
2. Autodisciplina. La única y verdadera disciplina
3. Entrenarse para ganar. Ejercitarse física y mentalmente.
4. Estar preparado. Conocerse a sí mismo, conocer sus armas, conocer al rival. Estar en condiciones de tomar decisiones rápidas. Mientras más preparado se está, más posibilidades de éxito. No alcanza con sentirlo, hay que trabajar duro.
5. No encasillarse en lo tradicional. Aprender a reconocer la esencia de cada cosa, de uno mismo, de la tarea a realizar. Aplicar lo más conveniente a cada situación.
6. Integridad absoluta. Sentido de justicia y lealtad. Honestidad, disciplina y perseverancia. Teniendo esto claro, sólo hay que enfocarse en la tarea a realizar.
7. Entrenar la mente. Debe entrenarse desde la infancia, eso provee la disciplina necesaria para enfrentar adversidades. Ser diligente, responsable y sin temores. Aprender a actuar en situaciones difíciles.
8. Tener la mente clara. Desarrollar la capacidad Zen de “poner la mente en blanco”, eliminando el conjunto de imágenes que interfieren en nuestra mente. Emplear la meditación. La mente en blanco lleva al “no ego”, al sentido más despojado. Hacer que cada momento sea único, limpio y natural, sin “contaminaciones” externas.
9. El poder del “vacío”. No dejar que la mente sea interferida por el accionar o las palabras de nadie. Eso sólo trae temores, preocupaciones y otros pensamientos que sólo distraen de la tarea a realizar. Deja a tus bien entrenados mente y cuerpo hacer lo que están preparados para hacer.
10. Aprender de los rivales. Desarrollar la habilidad de observar, aprender y adaptarse. Estudiar al rival, sus fortalezas y debilidades. Y utilizar este aprendizaje para derrotarlo.
11. Prestar atención a los detalles. Muchas veces de eso depende la victoria.
12. El poder del silencio. El silencio tiene forma y esencia, y es de gran ayuda para controlar la mente y para comunicarse con el entrono. Además, la estrategia propia permanece desconocida para el rival, genera temor y misterio en él. No revelar nunca planes ni intenciones propias. No mostrar al rival las propias emociones o sentimientos otorga una ventaja ya desde antes del encuentro.
13. Cambiar las “reglas” del encuentro. Siempre utilizar el poder del comportamiento inesperado; eso desconcierta al oponente.
14. El poder del temor. Usarlo para debilitar al adversario. Infundir temor en él.
15. Confundir al rival. Usar señuelos, pistas falsas, engañarlo, eso da al rival poco tiempo para reaccionar.
16. Usar la mente como un arma. Dominar psicológicamente al rival. Tratar de destruir su concentración.
17. Ver lo que no se ve. Ver “más allá”. Meditar. Llegar a un grado de percepción de lo que nos rodea que nos permita estar conectados y serenos. Que nada se nos escape.
18. No aferrarse a un estilo. Desarrollar un único estilo es una debilidad. Hay que poder cambiar de táctica cuando resulta obvio que la táctica habitual no está funcionando.
19. La importancia de la flexibilidad. Ser como el agua, que se retira o se estanca y al ser liberada vuelve como un torrente, con más fuerza.
20. Asegurarse de ver “más allá”. Ver “the big picture”. No enfocarse en una idea en particular. Darnos cuenta de todo lo que ocurre, como si nuestros ojos fueran una cámara gran angular. Sentirse como un espectador de nuestra propia batalla. Observar la periferia, el background. No enfocarse en una sola cosa durante demasiado tiempo.
21. Usar el tiempo como arma. Pensar en el tiempo en forma circular, cíclica, no lineal. Así encontraremos el “time gap” para sacar ventaja sobre el oponente.
22. Nunca dejar de aprender. La ética del aprendizaje continuo, que no sólo se aplica a las artes del combate (nota: en este caso, del juego). Eso expande tus horizontes como ser humano.
23. Golpear primero, golpear duro. Golpear cuando el adversario no lo espera, agarrarlo desprevenido. No darle nunca la oportunidad de lograr una posición fuerte.
24. Usar todas las armas. Cree en Dios, pero no dependas de él. Ataca cuando el rival ataca, o inmediatamente después.
25. El ejemplo del carpintero. El carpintero conoce perfectamente todas sus herramientas, y saca el mayor provecho de ellas siempre. Mejorar al máximo el conocimiento de las armas propias.
26. Tomar la iniciativa. Hacer que el rival reaccione a nuestros actos, y no al revés. Y si hay que reaccionar, reaccionar con más fuerza que el ataque recibido. Nunca permitir que el rival tome el control.
27. Conocer el entorno. El día, el clima, el estado del campo, la hora, etc.
28. Detectar cuando el rival decae. Tratar de reconocer cuándo el rival se afloja, duda o pierde energía.
29. Transformarse en el adversario. Tratar de meterse en su mente para pensar como él piensa y poder anticiparlo y contrarrestarlo.
30. Confundir al rival. Provocar que el adversario nos subestime. Ser humildes.
31. No ser previsible. Evitar que el rival nos tome el tiempo. Desarrollar nuevas formas de vencer permanentemente.
32. Hacer que el adversario cambie su estilo de lucha. Hacer que se sienta incómodo, obligarlo a luchar en el terreno que menos prefiere.
33. Actuar “como si estuvieras muerto”. Esto es: sin temores, sin condicionamientos, como si no tuviéramos nada que perder.
34. Tener un plan alternativo. Nunca permitir que nos pongan entre la espada y la pared.
35. Nunca dar segundas chances al adversario. No dejar que el oponente se recupere, aunque esté perdiendo o retrocediendo. No detenerse hasta la victoria final.
36. Destruir el espíritu del adversario. No detenerse hasta derrotar espiritualmente al adversario; no dar lugar a revanchas.
37. La importancia del arte en la vida. Aprender otras habilidades o artes, durante toda la vida, nos mejora como personas.
38. La importancia de la actitud. Coraje, determinación, voluntad, vigor.
39. Concentrarse en la victoria. Ir al combate siempre pensando en la victoria, no imaginar la posibilidad de ser derrotado.
40. Cerebro de rata, corazón de toro. Mente aguda y corazón caliente.
41. Ser mejores que ayer. Nunca dejar de entrenarse.
42. Perseverancia y ejecución. Persistencia ante cualquier obstáculo o adversidad; voluntad para hacer y seguir haciendo.

26/10/16

Mandamientos del jugador veterano



Los 9 mandamientos del jugador veterano :

1. Jugaré al rugby sólo por el gusto de jugar.

 
2. Me comprometo a no recordar el marcador una vez que finalice el partido.

 
3. Si durante mi época de jugador llegué ‘a la cima’, no haré uso de ello para avergonzar a otros jugadores.

 
4. Si durante mi época de jugador no llegué nada, no trataré de usar los torneos de veteranos para lograrlo.

 
5. Respetaré en todo momento y lugar del partido a los más viejos y decrépitos miembros del equipo contrario.


6. Observaré la filosofía del Rugby, dirigida a la diversión, la irreverencia y la autocomplacencia.

 
7. Actuaré siempre como embajador de los veteranos y predicaré su palabra.

 
8. Respetaré siempre las Reglas de Juego con el fin de hacer nuevos amigos y renovar relaciones en lugares exóticos.

 
9. Siempre tendré en cuenta que ningún daño que me pueda hacer en el campo de rugby será mayor del que yo mismo me haya autoinfligido fuera de él, personal o socialmente.

25/10/16

“Hoy no puedo ir a entrenar, tengo que.....


“Hoy no puedo ir a entrenar, tengo que… estudiar, ir al médico, cuidar de mi hermano pequeño, un trabajo conjunto, examen de inglés, me duele la cabeza, tengo tos”, etc etc
Diría que podría decir diez excusas diferentes por cada jugador que he entrenado en toda mi vida… y es que me da la sensación que a veces, o muchas veces, los jugadores faltan a los entrenamientos por falta de ganas, por falta de compromiso, por que le da la gana.
A continuación, voy a pasarles un cuadro que hice y pasé a mis jugadores hace unos años.
Dormir 8horas x 7días = 56 horas
Colegio  8horas x 5días = 40 horas
Estudio 2horas x 7 días = 14 horas
Rugby 4horas x 5días = 20 horas
Otras actividades 4horas a la semana. = 4 horas
TOTAL 134 HORAS
Como podemos ver, entre una cosa y otra sale que hay 134 horas a la semana en las que un jugador que está estudiando etc etc. Si tenemos en cuenta que una semana son 168 horas podemos ver que teniendo en cuenta las horas de dormir, escuela, estudio, baloncesto, y otras actividades como podría ser inglés informática, etc. Nos quedan aún 34 horas libres cada semana.
Hay que decir que realmente, hoy en día pocos son los que duermen 8 horas al día, no siempre tienen 8 horas de clase, NO estudian 2 horas al día, no tardan 4 horas en un entrenamiento o partido, y no todo realizan más actividades, pero creo oportuno hacer esta tabla apuntando al peor de los casos para que se vea claramente que una semana da para mucho y que todo es compatible.
Soy partidario que debe haber un orden de preferencia, y desde el entrenador, hay que inculcarlo, y para un joven de 13 años tiene que ser más importante aprobar el examen de matemáticas que ganar el partido del sábado; pero de allí a conceder faltas de entrenamiento para estudiar no me parece del todo bien, pues si es así es señal que a la hora de estudiar el joven no ha querido hacerlo.
Creo que tan importante es que el chico tenga claro que debe estudiar y tirar adelante sus estudios como que sea capaz de programarse las semanas adecuadamente lo suficiente para que cumpla con todos sus compromisos.
Cuando ese joven tenga 30 años, y deba cumplir sus horas laborales, más las horas de padre, más algún otro compromiso que pueda tener, ¿Cómo lo hará? Se le hará imposible!
Por tanto, seamos tan buenos para inculcar el hábito de entrenar como para inculcar el hábito de estudiar cuando se debe estudiar.

3/7/16

San Jorge Rugby Club se consagró campeón del torneo oficial 2016





En la cancha de Deportivo Portugués, el ciudad de Comodoro Rivadavia, se disputó una inolvidable final, para un torneo apasionante  y que tuvo como corolario  un partido infartante y emotivo,  donde sólo conocio su vencedor en el  último minuto de juego, a través de un penal convertido por Chiqui y que a postre serviría para que  el equipo Caletense se  consagrara  después de mucho tiempo , como campeón  del torneo  oficial 2016 de la Unión Austral de Rugby.


 La victoria fue  celebrada con mucha algarabía por las mas de 200 personas que acompañaron a los jugadores a Comodoro Rivadavia.


El conjunto guiado por Marcelo Vilche y su equipo de trabajo que lo compone Guillermo Cannes, Nahuel Franco y Víctor Bordón se quedó con una victoria sufrida y  ajustada por 23 a 22.

 De esta manera San Jorge se adjudicó el torneo oficial de la presente temporada  y que cada año organiza la Unión Austral de Rugby.

Felicitaciones a todos !














18/5/16

Una pasión que cumple 28 años


Porque no se compara, porque como te lo enseñaron tus padres y vos se los trasmitirás a tus hijos, el club, NUESTRO CLUB festeja un nuevo aniversario !

Felices 28 años, gracias por ser parte de mi vida, por ser esa pasión descontrolada que necesita todo ser humano.. Por ser ese club que puede cambiar tu estado de ánimo en poco menos de 2 horas 3 veces por semana..

Ciertamente fuiste, sos y serás de lo mejor que me pasó en la vida, dueño de todos mis sentimientos vividos... Me hiciste conocer cada uno como nadie....

Me hiciste entender lo que es la Alegría, aquella vez que por primera vez use tu camiseta , vistiendo la albinegra que tanto me identifica y con la presencia de mis amigos, familiares y simpatizantes que, en sintonia crearon canciones de aliento hacia vos.

Me hiciste entender lo que es la Tristeza, por las lagrimas derrochadas en cada derrota, aunque sea solamente un "simple partido", lo sentía como nadie, o mejor dicho, como todos los hinchas de este club....

Gracias por hacerme sentir lo que es el orgullo, ese que siento cada vez que veo esa camiseta, con ese escudo y con esos colores.....

Gracias San Jorge RC , porque, a pesar de todo, me hiciste más fuerte.... Gracias por las experiencias que me hiciste vivir... y las que faltan vivir todavía....

Gracias por todos estos momentos vividos, que jamás voy a olvidar.... Gracias por tanto, algo que jamás te podré recompensar....

Gracias por enseñarme lo que es la Pasión, el Amor a algo por sobre todo, porque eso es lo que siento... Algunos podrán entenderme, otros quizá no.... Poco me importa.... .

Feliz cumple San Jorge RC..... Y que sigan muchos más !





17/5/16

SESION DE ENTRENAMIENTO EJERCICIOS PRACTICOS


 
 
SESION DE ENTRENAMIENTO
Objetivo:
Presentar un ejemplo de una sesión de entrenamiento para el rugby infantil.
Parte Inicial:
Ejercicio: “Número de pases”
Acción: Cada grupo de jugadores, respetando su espacio, debe pasarse la pelota rápidamente, resultara ganador, el que logre realizar una mayor cantidad de pases.
Espacio: Cuadriculas de 8m por lado aproximadamente.
Equipos o grupos de trabajo: 6 a 8 jugadores
Recursos: Pelotas y conos.


Ejercicio: “Persecución”
Acción: El jugador portados de la pelota, persigue al resto de los jugadores, quienes deben escapar sin salir de su espacio. Luego de que el portador elimine a cierto número de jugadores, se cambian los roles.
Espacio: Cuadriculas de 8m por lado aproximadamente.
Equipos o grupos de trabajo: 6 a 8 jugadores.
Recursos: Pelotas y conos.


Ejercicio: “Interceptar la pelota”
Acción: Los jugadores en movimientos, deben pasarse la pelota, los adversarios procuran interceptar la pelota.
Espacio: Cuadriculas de 8m por lado aproximadamente.
Equipos o grupos de trabajo: 3 vs. 3 o 4 vs. 4 jugadores.
Recursos: Pelotas y conos.



Ejercicio: “Acorralar con la pelota”
Acción: Los jugadores intentaran  eliminar a los rivales tocándolos con la pelota, pueden  pasarla pero no correr con ella, para alcanzar el objetivo son los no portadores quienes corren aproximándose a los rivales, de tal manera que al recibir el pase puedan eliminarlos. Los jugadores adversarios escapan sin salir del espacio asignado.
Espacio: Cuadriculas de 8m por lado aproximadamente.
Equipos o grupos de trabajo: 3 vs. 3 o 4 vs. 4 jugadores.
Recursos: Pelotas y conos.
 Parte Central:
Ejercicios: “Tácticos - técnicos”
Acción: Los atacantes, en posesión de la pelota intentarán vulnerar a los defensores y marcar puntos. Los defensores procurarán recuperar la posesión de la pelota.
Espacio: Cuadriculas, tamaño variable, según nivel y  número de jugadores.
Equipos o grupos de trabajo: Idem
Recursos: Pelotas y conos.
Niveles:   Jugadores   Espacio
NIVEL  1:   1  vs.  1  6 x   4 m.
NIVEL  1:   1+1  vs.  1+1  8 x   6 m.
NIVEL  2:   2  vs.  1  8 x   6 m.
NIVEL  2:   2  vs.  1+1  8 x   6 m.
NIVEL  3:   2+1 vs. 2+1  8 x   6 m.
Observaciones:Utilice aquellos ejercicios que se ajustan a las edades y niveles de juego. Postergue para más adelante los que exceden en dificultad a las posibilidades del jugador. Recuerde que la enseñanza es progresiva y que no deben saltearse etapas, incluso para aquellos jugadores que se incorporan a edades más avanzadas.
Con el propósito de resguardar la integridad física del niño, deben acortarse  las distancias entre atacantes y defensores en los diferentes lanzamientos de juego.
Ver Expectativas de Logros.

Ejercicios: “Partido”
Acción: La pelota es puesta en juego por acción del entrenador quién la pasará o pateará, variando los puntos de lanzamientos y permitiendo la participación de todos los niños. Cuando los jugadores se encuentren amontonados, o la pelota es trabada, o cae al suelo, el entrenador, detiene el juego y lo reinicia con la otra pelota. Otras circunstancias que cortara el partido, son aquellas situaciones que impliquen algún riesgo físico u desorden generalizado.
Variante: Se puede iniciar el partido con un contacto reducido en intensidad, para luego pasar a situaciones donde un equipo ataca y el otro defiende, si permitirles recuperar la pelota, y finalmente aplicando las leyes del juego tal como las establece el reglamento.
Edades  Jugadores Espacios Períodos Pausas Pelotas
M14       12    60 X 40 m.       5’      3’      2
M11         8    30 X 22 m.       4’      3’      2 
M  9         6    22 X 15 m.       3’      3’      2
Parte Final:
Ejercicio: “Recuperación”
Acciones: Trote libre pasándose la pelota.
Espacio: Cuadriculas, tamaño variable, según el número de jugadores.
Recursos: Pelotas y conos.

Ejercicio: “Vuelta a la calma”
Acciones:  Trabajos de flexibilidad asistida y relajación.
Espacio: Cuadriculas, tamaño variable, según el número de jugadores.
Recursos: Pelotas y conos.

 Recomendaciones generales:

• Sea positivo, elogiar a los niños reforzarán sus conductas.
• Trate amablemente a los niños, evite en lo posible, el castigo y la crítica.
• En vez de juzgar permanentemente, ofrezca instrucciones precisas.
• Cuide sus gestos corporales, recuerde que el 70% de la comunicación es no verbal.
• Premie la ejecución, no el desenlace
• Estimule a los jugadores a moverse
• Haga razonar al jugador con preguntas simples.
• Permita que el niño encuentre las respuestas a las situaciones planteadas.
• Las actividades deben ser con mucha  dinámica, pero de corta duración. 
• El entrenamiento debe ser divertido
• Recuerde que la formación técnica y táctica se desarrollan en forma paralela
• Las charlas con los jugadores deben ser cortas y precisas
• Espere a las pausas entre ejercicios para las correcciones técnicas.
• Las pausas deben ser aprovechadas para: Ejercicios de flexibilidad. Indicaciones técnicas. Hidratación.
• Utilice al rugby como un medio para divertirse, relacionarse y además educar (Carlos “Veco” Villegas).
Nota: Este trabajo debe interpretarse como una guía orientadora y no como una receta rígida de entrenamiento
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