
Los alcances de la profesionalización están lejos de conocerse. En la Unión Argentina de Rugby (UAR), el consenso es que el proceso será largo y exigirá un profundo debate. Un primer paso fue la instrumentación del Plan de Alto Rendimiento (Planar), el mes último. Con el financiamiento de la International Rugby Board (IRB), la UAR firmó un contrato por $2300 mensuales con 31 jugadores que se entrenan diariamente. El número se extenderá cuando finalice el Campeonato Argentino, pero hasta hoy, el origen de los seleccionados grafica el abismo mencionado: 23 son de Buenos Aires (el 74%) y ocho del interior (tres de Tucumán, tres de Córdoba, uno de Rosario y uno de Salta).
En dos fechas del Argentino, en el seleccionado de Buenos Aires actuaron ocho jugadores rentados y enfrentó a dos equipos (Santa Fe y San Juan) ciento por ciento amateurs. Cabe destacar que no están a disposición del equipo los jugadores del tricampeón Hindú (tres profesionales más) ni los que actúan en el Circuito Mundial de Seven (seis).
Es cierto que esta distribución no refleja el mapa del rugby argentino: en la URBA hay unos 22.000 jugadores fichados (de M-15 al plantel superior), contra 20.000 en todo el resto del país. Pero también es innegable que tanto en nivel de competencia, organización e ingresos, Buenos Aires está a años luz de las demás uniones; no por nada es tricampeón argentino.
Juan Manuel Macchi, capitán sanjuanino, dio su visión: "Nosotros no somos medida, estamos dos o tres escalones por debajo de Buenos Aires. Pero en dos o tres años van a empezar a notarse las diferencias con Córdoba, Tucumán o Rosario, que hoy pueden hacerle partido".
Uno de los males con que deben lidiar las uniones chicas es el éxodo de sus jugadores.
"El chico de 17 o 18 años que tiene proyección se va a Córdoba o Buenos Aires", explicó Macchi. Por ejemplo, San Juan padeció las partidas de Facundo Vega, back de Regatas que ayer fue la figura Buenos Aires, y Mauricio Guidone, pilar de La Plata, uno de los becados por el Planar. "Hay muchos que podrían estar al mismo nivel que los becados, pero acá nadie los viene a ver y no pueden sacar la cabeza", agregó Jorge Croce, presidente de la Unión Sanjuanina.
Elevar el nivel de competencia es otra cuestión por resolver, acaso la más ardua. Las uniones del interior tienden a la integración. Así se formaron los torneos regionales del Litoral (Rosario, Santa Fe y Entre Ríos), del Noroeste (Tucumán, Salta y Santiago del Estero) y del Oeste (Mendoza, San Juan y San Luis), por ejemplo.
"La integración ha favorecido el crecimiento del rugby de Santa Fe, al punto que en 2008 por primera vez un club ganó el Regional del Litoral (Santa Fe Rugby)", contó Pedro Benet, presidente de la Unión Santafecina.
Es claro, entonces, que al elevarse el grado de competitividad, sube el nivel de juego. Pero el Argentino abarca cinco fechas, el Nacional de Clubes, seis, y el torneo de la URBA, 22. Si este dibujo no varía, va a ser difícil que la transformación les llegue a todos por igual.