Los All Blacks dejaron de lado su tradicional camiseta negra, se pusieron una blanca y aplastaron a Francia por 39-12 en Marsella. Los neocelandeses demostraron todo su poder apoyando cinco tries contra ninguno y siguen invictos en su gira europea. |
Ya lo dice el Pelado Cordera en una de sus tantas baladas al frente de La Bersuit: “La camiseta es como un Dios, no importa cual sea el color”. Porque, en esta nueva versión de los All Blacks, ahora todos de blanco, se vistieron de gala y fueron los invitados de honor en la fiesta en el Vélodrome de Marsella. Con una inusitada contudencia, una decisión envidiable y un juego arrollador, Nueva Zelanda no tuvo el mayor inconveniente en deshacerse fácilmente de una endeble Francia, al que no le dio chances en ningún momento. Si bien arrancó en ventaja, poco le duró ésta: a los siete minutos, la visita vulneró por primera vez el ingoal. Luego sería una tromba imparable.
Así, los ex de negro, al menos por este partido, se tomaron una pequeña revancha de la dura derrota que Les Bleus les propinaron este año en Dunedin y mantuvieron el buen pasar por tierras francesas: de los últimos cuatro matches, Nueva Zelanda se impuso en todos. ¿En dónde radicó la diferencia? Simple: obtención y ataque. De esta manera construyó la resonante victoria. Otro aspecto destacable, amén de conservar el ingoal invicto, es que los autores de las conquistas neocelandeses fueron todos distintos: arrancó Sivivatu y terminó Smith. En el medio penetraron la frágil defensa local Muliaina, Kaino y Jane. Sí, solo un forward.
Francia ofreció muy poco. Apeló a neutralizar el avance de los visitantes cerrando el juego, aunque lo logró en los primeros instantes. Allí Dupuy estuvo fino y acertó algunos penales, pero nada más. Todo en la etapa inicial. En el complemento, todo mal. Sin actitud y sin puntos. Así, Nueva Zelanda volvió a demostrar que cuando quiere, puede. Y sigue invicto en su gira por Europa, mostrando toda su pureza para jugar al rugby, ya sea de negro o blanco y radiante. Francia (12): Damien Traille; Vincent Clerc, David Marty, Yannick Jauzion y Máxime Médard; François Trinh-Duc y Julien Dupuy; Julien Bonnaire, Fulgence Ouedraogo y Thierry Dusautoir (cap); Romain Millo-Chluski y Sébastien Chabal; Sylvain Marconnet, William Servat y Fabien Barcella. Nueva Zelanda (39): Mils Muliaina; Cory Jane, Conrad Smith, Ma'a Nonu y Sitiveni Sivivatu; Dan Carter y Jimmy Cowan; Kieran Read, Richie McCaw (cap) y Jerome Kaino; Tom Donnelly y Brad Thorn; Neemia Tialata, Andrew Hore y Tony Woodcock. Tantos en el Primer Tiempo: 3’, Penal de Dupuy (F); 8’, Gol de Carter por try de Sivivatu (NZ); 16 y 19’, Penales de Dupuy (F); 22’, Try de Muliaina (NZ); 29’, Penal de Carter (NZ); 32’, Gol de Carter por try de Kaino (NZ), y 35’, Drop de Trinh-Duc (F). Tantos en el Segundo Tiempo: 11’, Penal de Carter (NZ), y 22 y 32’, Goles de Carter por tries de Jane y Smith (NZ). Cancha: Stade Vélodrome, Marsella.
| ||||||||||||||||||||||||||||||||
