17/12/09

Las voces del rugby se alzan a favor del PladAR

Luego de una primera experiencia, las opiniones fueron satisfactorias desde distintos ángulos. La implementación del PladAR, para los jugadores afectados, fue óptima. Su nivel de juego se incrementó y su rendimiento fue acorde a las expectativas, tanto en los campeonatos locales como en los distintos seleccionados.

Sin embargo, la controversia se plantea a partir de la prohibición que la URBA hará pesar sobre todos aquellos que formen parte del plan en 2010. Los jugadores, por lo tanto, se encuentran en una gran disyuntiva para la temporada que se avecina: elegir entre el club o ser parte de un plan que tendrá competencia confirmada sólo durante sólo tres meses (ver Copa Vodacom).

¿Debe ser tan tajante y dura la decisión? ¿No hay resquicio para avizorar una salida? Néstor Galán, presidente de la URBA, no da lugar a dudas: “Los jugadores que el año entrante firmen contratos con la UAR o formen parte de algún plan de Alto Rendimiento (PladAR), por decisión tomada por los clubes de la URBA y hecha suya por la Unión, no podrán participar en el 2010 en nuestros torneos”, afirmó el primer dirigente porteño.

Sin embargo, en el seno de los clubes, en la opinión de muchos jugadores y de dirigentes se trata de una medida desproporcionada. Si se adopta a partir de la letra escrita, de lo que dicen los estatutos y se aduce que los mismos lo prohíben, podría encontrarse una salida institucional revisando o aggiornando los mismos. Los verdaderos protagonistas del juego no ven en los integrantes del PladAR una amenaza a su físico, si es que ésta es otra de las razones que se esgrime para vetarlos.

“Acá hay muchos que se entrenan como en el PladAR. ¿Les preguntaron a los amateurs si quieren medirse con los mejores? A mí me gustaría. Yo cobraba viáticos para entrenarme extra para Los Pumas. Y nadie decía nada”, señaló a los medios, en su momento, Santiago Phelan, entrenador del seleccionado argentino de rugby. Su ayudante, Fabián Turnes, fue más allá y aseveró que “el crecimiento del rugby argentino se está dando gracias al PladAR".

 UAR


Pero no sólo los que velan por el destino del equipo nacional apuntan sobre esta cuestión sino que jugadores y entrenadores también opinan a favor de la cuestión. Federico Meyrelles, centro del SIC, sostuvo que “estoy en contra de que no puedan ser parte del torneo. Ya han jugado este año y, si bien no tienen el mismo entrenamiento que tiene uno, la mayoría de los jugadores de Primera tiene que estar entrenado a la par de ellos. Hay que entrenarse tan fuerte porque hoy en día el rugby demanda un juego muy físico. Aparte creo que ayuda a mejorar el nivel de juego. Si no están esos jugadores, el nivel del torneo va a ser peor”.

En tanto, Mariano Bosch, ex Puma y entrenador de San Martín, se mostró en sintonía con la permanencia de los integrantes del PladAR en el certamen de la URBA. “Si le preguntamos a los jugadores, el 90% te va a decir que prefiere que los jugadores del PladAR jueguen porque es una manera de elevar el nivel. Toda la vida los jugadores del seleccionado se prepararon mucho más que el estándar. Yo creo que elevan el nivel de juego, sin ninguna duda”.

En el plano dirigencial, la cuestión toma partido. La Plata es uno de los clubes que posee una gran cantidad de jugadores involucrados en el Plan de Alto Rendimiento y se vería seriamente comprometido si sus representantes deben ser marginados del plantel para 2010. El presidente del club de Gonnet, Patricio Roán, tomó cartas –literalmente- en el asunto y envió una misiva al corazón de la URBA.

En la misma, dirigida al presidente Néstor Galán, expresa su deseo de que la entidad permita a los jugadores del PladAR ser parte de la competencia oficial en 2010 en sus respectivos clubes y alienta que “el Consejo Directivo arbitre los medios necesarios para consultar a todos los jugadores de Primera División que participan en los torneos de la URBA, su opinión sobre el tema”.

A poco de concluir el año, las voces a favor de la inclusión se multiplican. Desde distintos sectores suman su apoyo a una causa que empuja, por ahora, a los protagonistas de esta historia a optar entre su club y el seleccionado. De todas maneras, esta historia aún no terminó.